Nos topamos bajo un cielo
estrellado, eclipse y cometa dos testigos mudos. Entre faros de colores de esos
que guardan historias de piratas y tesoros sin descubrir, una luz mencionó
distancia.
¡Toma! vacía de tiempo mi reloj. Te lo entrego teñida de heridas
curadas que el hoy llenó ayer de jirones. Al fango acompañan siempre
lentas horas, por las que transcurrieron mis momentos que sin ti se fueron…