“Escucha el balanceo de las hojas que caen,
Escucha el lamento del amante.
¿Es que no entiendes el mensaje
de la marea, la brisa y el ave?”
(“El Secreto”. Emily Dickinson. 1830-1886.)
El instante
la homeostasis que deambula
entre estos árboles,
la que aviva
o marchita los sueños
que en mal noche me robaste.
Tú, funámbula virtuosa,
creadora de letras
en el humilde silencio
de tu oscuro retiro.
Leyéndote y devorándote
convertí épocas en segundos,
la cordura de una encrucijada
lo llamé.
Ahora Emily, te la devuelvo;
por tejados colmados de estrellas,
estas que tú jamás verás...
…porque buscando ternura en tus ojos;
aprendí, en tus libros,
a vencer siempre
al tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario